Nació en 1890 en Quito, producto de la alianza de
Enrique Fierro Rosero, de origen colombiano, y de Amalia Jarrín Zapata, oriunda
de Ecuador. Fue el tercero de una numerosa familia de diez hijos.
La familia Fierro-Jarrín tenía una
acomodada posición en la aristocracia ecuatoriana debido a que el padre era un
hacendado de Miraflores y se dedicaba a la ganadería y a la compra de otras
tierras.
Ya establecidos en Quito, los hermanos de
Humberto gozaron de una cómoda posición en la que podían darse el lujo de pasar
temporadas en Europa, mientras que el joven prefería resguardarse en las
propiedades campestres de Miraflores en vez de hacer vida en la capital, pues
allí podría dedicarse en silencio a su verdadera obsesión: la lectura.
Bien sea en su casa en el campo o en la
capital, el adolescente Fierro podía pasar hasta seis meses completamente
ensimismado en la lectura y en la escritura, olvidándose hasta de su propia
apariencia. Allí, frenéticamente podría componer versos y prosas que luego
resultaban completamente destruidos.
Obras
En 1916 el poeta fue presentado por la
revista Renacimiento en un trabajo titulado “Un poeta selecto. Fragmentos de un
estudio sobre Humberto Fierro”, en el que se dieron a conocer sus aciertos como
poeta. De la pluma de Medardo Ángel Silva, se presentó a Fierro como un maestro
entre sus contemporáneos, resaltando la influencia de Baudelaire y Poe.
Esta publicación sirvió de ventana para
Fierro, especialmente por venir de la mirada de otro poeta de la época.
No hay comentarios:
Publicar un comentario